¡Hola!
Soy Mike Ivars en una nueva entrega, espero que os guste tanto como a mí hacerla.
Desde los tiempos remotos de la magia chamánica, que aún perviven hoy en tribus, pasando por los remedios basados en la superstición, creencias o remedios de corte religioso. En occidente hemos llegado a evolucionar la farmacia, que partía en su origen del uso de hierbas medicinales para curar. Hasta desarrollar la farmacología, que junto con la evidencia científica nos ha llevado a la medicina actual. Pero aún nos queda mucho camino por avanzar.
Presente de la salud
Actualmente, la medicina trata de curar las enfermedades. Aunque ya en los años 40 la Organización Mundial de la Salud, al constituirse, definía, para su tiempo de forma osada, la salud como: "..un estado de perfecto (completo) bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad", que sería la visión biométrica. Hoy se considera más un proceso en el cual nos movemos en el eje salud-enfermedad, más que no solo un estado estático de funcionamiento normal. Pero cada vez más se apuesta por una visión más amplia del concepto. Con la promoción de la salud desde los años 80 por la OMS y el impulso de la medicina preventiva desde los 70 en EEUU, como clave para anticiparse a las enfermedades. Porque vale más prevenir, que curar.
Avances científicos y sociales como la pasteurización, los antibióticos, el lavabo, el agua clorada, las transfusiones de sangre o las vacunas, han impactado directamente en nuestra salud. La esperanza de vida ha pasado de los 30 años de media hasta el siglo XIX, a los casi 80 años actuales, y todavía está directamente relacionada con el nivel de ingresos y el desarrollo del país. O en sociedades desarrolladas, aún interfiere la raza y el género. Y se mantiene, que las mujeres viven algo más de 5 años de media. Pero es evidente, que aunque los desafíos en la salud a los que nos enfrentamos no son pocos, la progresión global es muy positiva.
La genética, en este caso, ya nos ha dado buenos resultados, tratando de identificar las enfermedades más graves. Incluso en los padres, en estados preembrionarios, pudiendo evitar que un recién nacido sufra ya siempre una dolencia evitable, o evitar que muera. Y cada día más, los avances en fertilidad, fecundación in vitro, hacen posible anticipar y resolver problemas, mejorando, antes ni siquiera de que nazcamos, las probabilidades de vivir y hacerlo con salud.
Futuro de la salud
Ahora los expertos están cambiando dicha visión de la salud, porque están empezando a ver el envejecimiento, como una enfermedad en sí misma, que al final nos lleva morir.
Y es que a lo largo de la vida, desde que somos concebidos, el cuerpo regenera continuamente nuestras células, formando a su vez nuestros tejidos y órganos, permitiéndonos estar vivos.
Para ese proceso generativo, se reutiliza una y otra vez como guion el material genético del núcleo de las células, el ADN. Pero al copiar, se pueden producir pequeños fallos, que suponen una versión cada vez menos perfecta de las células generadas. Esta aparente sutil degradación provoca que envejezcamos o el propio Cáncer. Por lo que ahora, es un firme objetivo a combatir por punteros expertos en la materia. Como la alicantina María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, especializada en los extremos del ADN, los telómeros.
La genética y la biología molecular son ahora unos temas candentes dónde revolucionarias técnicas de edición genética, como CRISPR, han logrado avances sin precedentes. Y justo esta semana conocíamos nuevas, como ZFDesing, que parece mostrarnos un futuro muy prometedor.
En este campo, además de los actores habituales, tenemos a grandes fortunas dedicando ingentes inversiones para la causa. Un ejemplo es Calico, de los fundadores de Google, Altos Labs del fundador de Amazon, Jeff Bezos, o Bryan Johnson de la startup Braintree, vendida a Paypal.
Conforme el ser humano ha superado enfermedades y ampliado la esperanza de vida. Al vivir más, pueden aparecer nuevas potenciales enfermedades, que antes ni siquiera existían. Como ha ocurrido en concreto con el Cáncer, porque el cuerpo no había llegado nunca tan lejos. Pero de nuevo, conforme avancemos, podremos combatirlos, hasta hacerlas desaparecer nuevamente.
Aquí entran en juego temas que abordaremos en otros episodios, como la propia computación cuántica. Que nos va a permitir llegar mucho más lejos en la captación, procesamiento, comprensión de la información y resolución de problemas, a niveles nunca antes vistos por la humanidad, con los que desaparecerán enfermedades que arrastramos durante siglos, y aún hoy son mortales. A la decodificación del ADN completo, la microbiota o las proteínas, por ejemplo.
Estas tecnologías de datos, sin duda, nos ayudarán a profundizar en el conocimiento de nuestro órgano más complejo, el cerebro, y a desterrar del mapa lacras como el Alzheimer o el Parkinson.
En la actualidad, ya se ha logrado alargar la vida de los ratones un 65%. De replicar esto en humanos, sería como vivir hasta los 135 años. Pero lo más interesante, es que esta vida extra, no sería a cambio de una vida como una persona anciana, con el aspecto, las enfermedades y dolencias asociadas a la edad, sino de alargar una vida sana, e incluso joven.
Por lo que, si reducimos cada vez las enfermedades que nos afectan, teniendo mayor control y capacidad de dominarlas, y con ello alargamos la tendencia actual de una esperanza de vida creciente. De este modo, se atisba un escenario, en el que es más que probable que la medicina como la conocemos hoy, entre la prevención, la genética, la cuántica, el combatir la vejez, etc., llegue a un punto en que no sea necesaria como tal, y desaparezca, o al menos cambie por completo hasta ser casi irreconocible, pero esto no es algo nuevo, porque ya ha pasado.
Porque lo normal sea que todos tendremos una vida sana, de forma predeterminada, durante todo el tiempo. Quizás puede que aún existan los accidentes, o igual ni siquiera eso. Y morir, deje de ser algo obligatorio, ni una parte fundamental de la vida. La muerte dejará de ser algo normal de la edad y quizás se permitirá que sea algo voluntario, con una variante de la eutanasia, que ahora, aun de forma polémica, empezamos a legislar.
Por tanto, superada la muerte natural, se abrirán una infinidad de escenarios. Es probable que la evolución del intelecto cobre una mayor importancia. Porque si, como dicen, habitualmente los jóvenes son más idealistas y progresistas, y de mayores nos volvemos más conservadores, al tiempo, esto podría suponer un conservadurismo político perenne, que llevase a dejar de querer progresar o ilusionarse. Por contra, al no morir, tal vez, todos dejemos de ser conservadores como lo entendemos ahora o deje de existir el eje. O no se asocie a la edad, sino a otros factores.
Lo que también se podría ver afectado por este cambio de variable, sería la natalidad, ya que al no morir cada vez seríamos más, y a no ser que nos expandamos a nuevos planetas, podríamos llegar a ser demasiados para los recursos que la Tierra nos pueda proveer. Lo que conocemos ya con el concepto de sobre población. Y si para colmo lo combinamos, como vimos con el episodio de la era post-escasez, en la que trabajar no sea necesario, nos encontramos con muchas incógnitas, un tiempo infinito, sin obligaciones, ni las limitaciones del pasado. ¿Te gusta? ¿Te da miedo? ¿Te lo imaginabas así? ¿Crees que tú y yo lo veremos antes de lo que pensábamos? O ¿Crees que es algo que queda mucho por llegar? Igual no tanto. Seguiremos atentos para verlo.
¡Seguimos!