#1 Cómo será la Inteligencia Artificial en el futuro
O al menos, cómo creo que podría llegar a ser...
¡Hola! Soy Mike Ivars y os traigo una nueva entrega, espero que os guste tanto como a mí hacerla.
Presente de la IA
Empezaré hablando de una de las tecnologías que mejor conozco, por haber creado una startup basada en IA para mejorar los resultados de la inversión en publicidad para las empresas. Y una de las que, este 2022 que acabamos de cerrar, ha sido denominado por algunos expertos como “el año de la inteligencia artificial”, ya que, si hace alrededor de una década empezó a acelerarse su desarrollo, en los últimos dos años ha experimentado un gran avance gracias a Open AI.
Una iniciativa fundada por Elon Musk y Sam Altman, con la finalidad de asegurar que la Inteligencia Artificial General beneficie a la humanidad. Por si alguien se le escapa, Elon es también el creador o impulsor de Paypal, Tesla, SolarCity, SpaceX, Hyperloop, Neuralink, The Boring Company y actualmente dueño y CEO de Twitter, y Sam, el ex-CEO de Reddit y expresidente de Y Combinator, una de las aceleradoras de startups más top.
Open AI ha llevado en tiempo récord la IA a varios niveles más allá. A pesar de la dura competencia de grandes tecnológicas como Google, Apple, Facebook, Amazon, IBM o Microsoft. Además, ha liberado su código fuente al mundo en varias ocasiones, y luego lo ha cerrado también, así como su API pública, permitiendo que otras empresas y usuarios lo aprovechen, y surjan otras iniciativas e innoven en paralelo a partir de sus inmensos avances, como es el caso de MidJourney o StableDifussion, explotando aún más su rápida evolución.
Esto nos ha permitido vislumbrar, de verdad por vez primera en la historia de la tecnología, algunas de las posibilidades de la IA nos va a ofrecer. Más allá de lo que se había visto hasta ahora, podemos decir que parte de lo que se esperaba a futuro, ya es hoy una realidad accesible. Como nos mostró su modelo de lenguaje GPT-3, entrenado con trillones de palabras online, que es capaz de escribir desde cero textos en múltiples idiomas, a partir de una sola petición. Da igual el ámbito, el nivel, o la finalidad, solo has de pedirlo adecuadamente y lo obtienes. Con lo que ha puesto en cuestión aquello de que la creatividad, es solo nuestra de los humanos, y que no es algo que las máquinas nunca podrán hacer.
Un año más tarde, en 2021, nos sorprendieron con DALL·E, un modelo de aprendizaje automático que da el salto a las imágenes, y permite crear cualquier imagen, fotografía o dibujo digital, desde cero, con cualquier estilo artístico, pintando cualquier cosa que queramos imaginar. Solo a partir de una frase de entrada, el “Prompt”, en lenguaje natural, que es el que hablamos o escribimos a diario.
Y lo último ha sido este diciembre de 2022, cuando acaban de sacar ChatGPT, un chatbot que hace lo que todo chatbot aspiraría a hacer, desde que surgió el concepto, simular conversación. Es una IA que habla vía texto y que es tan buena que cuesta diferenciarla de un ser humano. Que es capaz de responder, a modo oráculo, a cualquier cosa que se te ocurra, con un nivel de profundidad, que a veces da hasta escalofríos. Y que su potencia le ha dado tal éxito, que ha tenido 1 millón de registros de usuarios probándola, solo en sus primeros 5 días de vida.
Esto es solo una introducción para poner como punto de partida de dónde estamos ahora mismo. A partir de aquí, me gustaría tratar de pensar hacia dónde podemos llegar, teniendo en cuenta que esto solo se ha entrenado con cantidades casi ridículas de datos, frente a lo que se podría entrenar, de ponernos en serio, y que esto solo es el inicio, la versión Alpha o Beta, si queremos.
Futuro de la IA
Creo que la inteligencia artificial será capaz de… ¿Todo? Pues sí. Más allá de las GenAI (Inteligencias artificiales generativas) que os comentaba, que conforme crezcan y evolucionen más y más en capacidades, podrán realizar cada vez más y mejor todo tipo de trabajos y tareas, inicialmente como asistentes, como ya existe Github Copilot de Microsoft basado en GPT-3 para programadores, que les sugiere o completa el código fuente, lo corrige, amplia o perfila.
Esto mismo se puede hacer ya para uso general, desde herramientas tan sencillas y accesibles como la IA de la app de notas Notion, pero que llegará pronto de forma específica y profesional a abogados, para ayudarles a redactar contratos o demandas. A arquitectos e ingenieros para ayudarles a crear mapas de edificios o redactar pliegos. A dirigentes, científicos o médicos para tomar las mejores decisiones, avalados por todo el conocimiento posible.
Y llegará el momento que ese asistente sabrá o será mucho más capaz de, no solo asistir, o realizar acciones puntuales, sino hacerlas por completo, sin fallos, sin errores humanos, sin descuidos o fisuras, y sea más conveniente, por rentable, justa e inteligente está alternativa, que cualquiera humana tradicional. Y aquello que se pensaba que los puestos más intelectuales, más creativos o menos repetitivos, serían los últimos por sustituir por la tecnología, puede que sea justo al revés. O quizás al no tener que hacer las tareas, puedan ocuparse en supervisarlas y darles el ok final.
Y es que, si algo es mejor y más inteligente que tú, que yo, o que cualquiera de uno de nosotros, ahora o en el futuro, es la inteligencia combinada de todos nosotros juntos, en un solo ente, y eso es la IAG, o AGI en inglés, la inteligencia artificial general, en la que tras aprender solas con el aprendizaje automático, o Machine Learning, para perfeccionarse tras competir mediante las redes generativas antagónicas (GAN), o el aprendizaje profundo, no solo la creatividad, sino los sentimientos, o la propia consciencia sea alcanzada por la máquina.
Un punto de inflexión acuñado como concepto por John von Neumann, que ya nos llevó a la Luna, como Singularidad tecnológica. En el que, supuestamente, cuando lleguemos, porque no sé si dudar de que llegaremos exactamente ahí, quizá solo importará en manos de quien esté o de quién dependa. A poder ser lejos de gobiernos autoritarios, empresas, grupos o líderes o sin escrúpulos, o dicho de otro modo, que pueda ser controlado de algún modo solo por alguien, o dicho diferente, que al menos sea open source (de código de fuentes abiertas), transparente y accesible para todos. Pero sobre todo no exclusivo, como puede ocurrir con las armas nucleares, de modo que su uso no pueda beneficiar a unos sobre otros. Y así logremos que su poder sea un apoyo, y nunca nuestra amenaza, o una amenaza de nosotros contra nosotros como especie, por haber creado algo más avanzado que nosotros mismos.
Y es que si como especie, podemos llegar a algún punto, quizás sea creando algo que nos supere, más aún que recalentar nuestro planeta, o potencialmente destruirlo, como la bomba atómica. Porque cuanto más avanzamos, más conocimiento alcanzamos como humanidad, más poder tenemos acumulado, y más herramientas a nuestro alcance más potentes, para hacer lo que queramos, sin límites. Solo queda trabajar desde ahora mismo, o desde ayer, si fuera posible, pata utilizarlas, servirnos de ellas en la línea adecuada, o la que creemos mejor, según lo que entendemos por ético, de forma mayoritaria, aunque hasta en eso nos cueste ponernos de acuerdo.
Lo nuevo, lo desconocido genera miedo, siempre ha sido así, conforme lo vamos conociendo se despejan incógnitas y reduce su misterio. Hoy en día el terror ya no está tanto en el cine o el concepto cinematográfico, audiovisual o literario, sino en la brecha digital y es responsabilidad de todos avanzar en el conocimiento digital y tecnológico, y en los siguientes avances, para dejar de ver herramientas como algo oscuro y potencialmente peligroso, para pasar a entenderlo cada vez más y mejor, para atajarlo de la forma más adecuada. Y ahí viene el tema de la velocidad de los cambios del inicio, que al incrementarse requieren de mayor atención común y voluntad para absorberlos a tiempo. Así que desde aquí trataré de aportar mi granito de arena.
Herramientas usadas y despedida
Por cierto, y para cerrar, como prometí en la anterior entrega, y seguiré haciendo a futuro, que iría jugando con aplicaciones y herramienta, que luego os contaría cómo usaba. Pues bien, la actual portada de esta publicación, no es obra mía, ni de ningún artista contemporáneo. Es fruto del arduo trabajo de una IA generativa, durante la friolera un cuarto de segundo, solo diciéndole el prompt: “Ver el disruptivo futuro tecnológico con una imagen de fondo blanco”, y que elegí entre 4 alternativas, en concreto de DALL-E de OpenAI, integrado a través del editor online Simplified.
Así como la versión en audio o pódcast, que aunque no tiene los links del newsletter, también podéis seguirlo en las principales plataformas de podcasting, como: Spotify, Apple, Amazon, Google, etc. Por si sois de los que os cuesta leer, os molan más los pódcast o lo que sea. Está también creado por voz sintética de Text-to-speech como Podcastle.ai o Resound.ly. No porque no aprecie la voz cercana de un formato pódcast, sino más bien por no considerarme capaz, por ahora, de grabarlo con suficiente calidad. A diferencia de escribiendo, que llevo desde ni recuerdo los años con mi blog. Pero también por experimentar con la propia tecnología, para llegar a más audiencias, mediante nuevos formatos y plataformas.
Por lo que, como dicen los Youtubers, “Si os ha gustado, dadle al like, y compartid…” Con amigos, grupos de WhatsApp, o en vuestro Twitter, LinkedIn o correo, y ayudadme en la ingente tarea de ser cada vez individuos, más informados, conscientes y capaces para construir un futuro mejor.
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